lunes, 18 de octubre de 2010


Porque no hay nadie igual, porque no hay nadie en el universo igual a él, nadie la comprendía hasta que él llego, nadie la hizo reír hasta que el hizo chistes, sabía todo de él y a la vez era un misterio, nadie la había protegido hasta que lo encontró.
Comparten sus penas y dolores, la protege de la oscuridad y la mantiene en la luz, le da las ganas de vivir, una razón, una respuesta,
un amor.
Y con solo una mirada le daba paz, le daba tranquilidad, no hacen falta palabras, sus ojos se dicen todo, contrastaban tan correctamente, arriba y abajo, son tan diferente e iguales a la vez, pero con solo una mirada supieron que esa mirada duraría toda la eternidad.
Cielo y tierra juntos.
Solamente ellos se entienden, como sus ojos se conectaban, como ella encajaba perfectamente en sus brazos, como una pieza de rompecabezas.
Pasaron tanto en tan poco tiempo, los intentaron separar,
la distancia se interpuso, los problemas se hacían ver…
Pero ellos a pesar de no estar preparados, solo tenían una cosa clara, más que nada.
Jamás ni nada ni nadie en la vida nos separarán
Ellos se preguntan qué tan malos momentos más les esperan, problemas se les acercan, cuantos besos se darán, pero saben que su amor es y será eterno.

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